Conservatorio Superior de Danza
El CSD es una escuela pública, abierta a todas las opciones estéticas y estilos que configuran el complejo panorama artístico de la danza actual.
El CSD entiende que debe formar artistas creadores capaces de actuar tanto en el mundo de la coreografía como en el de la pedagogía; pero la división clásica, heredada del pasado, que separa el coreógrafo del pedagogo ya no es útil ni alcanza a la nueva realidad de la danza. De la misma manera, dados los nuevas corrientes estéticas alejados del puro virtuosismo, el trabajo del bailarín, del intérprete, ha sufrido un cambio profundo, su vida profesional se ha alargado, ya no es aquel atleta virtuoso que se ha retirar antes de los cuarenta años, ahora continúa activo en los escenarios interpretando las nuevas creaciones que propone la danza actual. Pero al mismo tiempo, este intérprete, puede ser coreógrafo y pedagogo, y también una persona culta que conoce el contexto artístico y cultural del mundo que le ha tocado vivir, capaz de reflexionar sobre su práctica artística y que hace investigación desde su ámbito para hacer propuestas artísticas ligadas a su tiempo; un profesional que conoce las nuevas tecnologías y que es capaz de utilizar de manera creativa en su arte. Pero, además, también, capaz de incidir en la gestión artística vinculada a su ámbito, sea dirigiendo su compañía, sea en tareas de producción, en tareas de programación de un espacio dedicado a la danza, en tareas de difusión ( medios de comunicación, ensayos, etc.).
El CSD entiende que debe formar artistas creadores capaces de actuar tanto en el mundo de la coreografía como en el de la pedagogía; pero la división clásica, heredada del pasado, que separa el coreógrafo del pedagogo ya no es útil ni alcanza a la nueva realidad de la danza. De la misma manera, dados los nuevas corrientes estéticas alejados del puro virtuosismo, el trabajo del bailarín, del intérprete, ha sufrido un cambio profundo, su vida profesional se ha alargado, ya no es aquel atleta virtuoso que se ha retirar antes de los cuarenta años, ahora continúa activo en los escenarios interpretando las nuevas creaciones que propone la danza actual. Pero al mismo tiempo, este intérprete, puede ser coreógrafo y pedagogo, y también una persona culta que conoce el contexto artístico y cultural del mundo que le ha tocado vivir, capaz de reflexionar sobre su práctica artística y que hace investigación desde su ámbito para hacer propuestas artísticas ligadas a su tiempo; un profesional que conoce las nuevas tecnologías y que es capaz de utilizar de manera creativa en su arte. Pero, además, también, capaz de incidir en la gestión artística vinculada a su ámbito, sea dirigiendo su compañía, sea en tareas de producción, en tareas de programación de un espacio dedicado a la danza, en tareas de difusión ( medios de comunicación, ensayos, etc.).
El CSD es una escuela pública, abierta a todas las opciones estéticas y estilos que configuran el complejo panorama artístico de la danza actual.
El CSD entiende que debe formar artistas creadores capaces de actuar tanto en el mundo de la coreografía como en el de la pedagogía; pero la división clásica, heredada del pasado, que separa el coreógrafo del pedagogo ya no es útil ni alcanza a la nueva realidad de la danza. De la misma manera, dados los nuevas corrientes estéticas alejados del puro virtuosismo, el trabajo del bailarín, del intérprete, ha sufrido un cambio profundo, su vida profesional se ha alargado, ya no es aquel atleta virtuoso que se ha retirar antes de los cuarenta años, ahora continúa activo en los escenarios interpretando las nuevas creaciones que propone la danza actual. Pero al mismo tiempo, este intérprete, puede ser coreógrafo y pedagogo, y también una persona culta que conoce el contexto artístico y cultural del mundo que le ha tocado vivir, capaz de reflexionar sobre su práctica artística y que hace investigación desde su ámbito para h...
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