En nuestra actividad diaria, allí donde nos encontremos (el hogar, la calle, el trabajo,…), nos rodeamos de multitud de objetos que nos ayudan a desenvolvernos y nos hacen la vida más fácil. Utensilios, herramientas, muebles, electrodomésticos, vehículos, máquinas, juguetes, etc… constituyen un universo material que debe ser concebido y planificado por alguien. Alguien que piense cuáles deben ser su mejor forma y apariencia; cómo se puede mejora su función y su uso; y cuáles son los valores estéticos y culturales que deben transmitir.
La persona encargada de esa labor es el diseñador de productos. Él aporta soluciones a los problemas materiales de nuestra vida y es el responsable, junto con otros profesionales -como arquitectos, ingenieros, urbanistas, etc.-, de la configuración de nuestro entorno, de su sostenibilidad, de su adecuada adaptación al ser humano y de su integración en el medio natural. Su trabajo debe contribuir al bienestar de las personas y a la mejora de la calidad de vida de nuestra comunidad.