Las salidas profesionales de este doble grado son las propias de los dos grados implicados, el de Derecho y el de Criminología, e incluso algunas están claramente fortalecidas debido al doble itinerario. La realidad profesional actual, tanto en el sector público como en el privado, determina la necesidad de que los profesionales de disciplinas diferentes trabajen de manera conjunta. En el ámbito público, el doble itinerario responde a las necesidades académicas requeridas por las diferentes oposiciones a los cuerpos jurídicos y criminológicos (por ejemplo, el de los juristas criminólogos de la Administración penitenciaria). En lo relativo al sector privado, el doble itinerario capacita para trabajar, por ejemplo, en despachos de abogados especializados en derecho penal, en equipos multidisciplinares que elaboran modelos de prevención de delitos, en entidades del tercer sector o en consultorías altamente especializadas.