A las salidas profesionales propias de cada uno de de los Grados por separado, hay que añadir que esta titulación conjunta refuerza la capacitación para el desempeño de puestos de máxima responsabilidad, tanto en el sector público como el privado.
La doble titulación ofrece la formación más actualizada para la especialización que se requiere en otras profesiones jurídicas relacionadas con la Administración de Justicia (juez, fiscal, secretario judicial, administración concursal, peritaje económico u financiero, etc.) el ejercicio de la Abogacía (básicamente en materias civiles, administrativas, discales u tributarias, mercantiles, financieras y contables), o la Administración Pública (Hacienda, Agencia Tributaria, Tesorerías públicas, etc.).
En definitiva, permite el acceso a profesiones que requieren un alto grado de compromiso social que sólo puede alcanzarse tras realizar unos estudios que tengan la preparación humanística y la profundidad técnica del doble Grado.