Creemos que una imagen vale más que mil palabras. Excepto cuando una sola palabra es capaz de dibujar un universo. Entonces simplemente creemos que la comunicación es maravillosa.
Damos la bienvenida a los que no se conforman, a los que buscan maneras nuevas, a los que creen que se puede hacer mejor. ¡Bienvenida, creatividad!
Queremos divulgar el diseño. Ser los prismáticos que acerquen los proyectos que desde aquí no se ven. El altavoz de los nuevos talentos que aún hablan con timidez.
Sabemos que los límites de un estudiante son como el horizonte. Cuando cree haber llegado hasta ellos, descubre que aún están más allá.
Nos tomamos el juego muy en serio. Porque el que juega imagina, sueña, disfruta, se esfuerza, comparte, se implica, persevera… Nunca dejaremos de jugar.
Reivindicamos las viejas tecnologías: las tijeras, el pegamento, las acuarelas o las cartulinas. El ratón fue un rotulador antes de que nadie hiciera doble clic.
Necesitamos a los demás para ser extraordinarios. Compartimos para ser más ricos. Trabajamos en equipo. Aprendemos en comunidad.
Tenemos fe en el diseño con alma: el que se orienta a la sostenibilidad, a la integración de las personas y al cuidado del medio ambiente.
Heredamos los palacios nazaríes, el toro y la flamenca, el aceite y la sal. Ese pasado nos hace especiales. Lo tenemos presente cuando diseñamos el futuro.
Celebramos la tecnología creada a la medida de las personas porque sabemos que es la que verdaderamente nos ayudará a crecer.
No nos sentimos especiales. Diseñar es investigar, analizar, probar, ajustar, crear. Todo aquel que tiene un plan, diseña.
Creemos que una imagen vale más que mil palabras. Excepto cuando una sola palabra es capaz de dibujar un universo. Entonces simplemente creemos que la comunicación es maravillosa.
Damos la bienvenida a los que no se conforman, a los que buscan maneras nuevas, a los que creen que se puede hacer mejor. ¡Bienvenida, creatividad!
Queremos divulgar el diseño. Ser los prismáticos que acerquen los proyectos que desde aquí no se ven. El altavoz de los nuevos talentos que aún hablan con timidez.
Sabemos que los límites de un estudiante son como el horizonte. Cuando cree haber llegado hasta ellos, descubre que aún están más allá.
Nos tomamos el juego muy en serio. Porque el que juega imagina, sueña, disfruta, se esfuerza, comparte, se implica, persevera… Nunca dejaremos de jugar.
Reivindicamos las viejas tecnologías: las tijeras, el pegamento, las acuarelas o las cartulinas. El ratón fue un rotulador antes de que nadie hiciera doble clic.
Necesitamos a los demás para ser extraordinarios. Compartimos para ser más ricos. Trabajamos en equipo. Aprendemos en...