De entre el importante número de competencias, destacan las siguientes:
Adquisición de la capacidad para crear proyectos arquitectónicos que satisfagan a la vez las exigencias estéticas y las técnicas, así como los conocimientos relativos al urbanismo, la planificación y las técnicas aplicadas en el proceso de planificación.
Maduración crítica para la concepción, la práctica y desarrollo de proyectos básicos y de ejecución, croquis y anteproyectos; proyectos urbanos, y dirección de obras.
Aprendizaje, aplicado a la arquitectura y al urbanismo, de los sistemas de representación espacial; del análisis y teoría de la forma y las leyes de la percepción visual; de la geometría métrica y proyectiva; de las técnicas de levantamiento gráfico en todas sus fases (desde el dibujo de apuntes a la restitución científica); de los principios de la mecánica general, la estática, la geometría de masas y los campos vectoriales y tensoriales; de los principios de termodinámica, acústica y óptica; de los principios de mecánica de fluidos, hidráulica, electricidad y electromagnetismo; de las bases de topografía, hipsometría y cartografía, y de las técnicas de modificación del terreno.
Fomento de la capacidad para comprender las relaciones entre las personas y los edificios y entre estos y su entorno, así como la necesidad de relacionar los edificios y los espacios situados entre ellos en función de las necesidades y de la escala humanas.
Aprendizaje de la reglamentación civil, administrativa y urbanística de la edificación y de la industria relativa al desempeño profesional; del análisis de viabilidad, la supervisión y coordinación de proyectos integrados y de la tasación de bienes inmuebles.