ÁMBITOS: el policial, el penitenciario, el de la atención a las víctimas, el judicial, el del diseño y puesta en práctica de políticas sociales y asistenciales –de prevención de la violencia escolar, la marginación, el maltrato de género, la mendicidad o la prostitución–, el ámbito del asesoramiento criminológico en el diseño urbanístico o el de la seguridad privada.
Dentro de los ámbitos referidos, podrás ejercer funciones muy variadas: desde dirigir, coordinar y formar parte de diferentes servicios de policía científica, a entrar a formar parte de los equipos técnicos de los tribunales de menores o de la junta de tratamiento en el ámbito penitenciario, pasando por dirigir o coordinar oficinas de apoyo a las víctimas, elaborar mecanismos para prevenir nuevas victimizaciones o poner en marcha nuevas iniciativas, públicas, privadas o de ONGs, que permitan una mejor atención a las víctimas o reducir la criminalidad.