Debemos dar respuesta a la nueva demanda de profesionales, por parte de la sociedad y de las empresas, sólidamente formados en materia económica pero, a la vez, focalizadas en un ámbito tan relevante como el financiero, surgido del intenso crecimiento de la actividad internacional y, particularmente, del desbordamiento de las fronteras que ha experimentado una de las manifestaciones de la economía como son las finanzas.
El desarrollo de nuevos productos financieros, el crecimiento de los mercados “off shore” y “over the counter”, de los mercados de derivados y la deslocalización de la industria bancaria mediante el sistema de creación de operaciones y empaquetado de productos ha supuesto una gran revolución en la forma de entender y actuar en el ámbito financiero. Las empresas ya no dependen de los mercados domésticos para financiarse.