La Educación Social a nivel de Europa cuenta con una tradición plural, cada país tiene su propia respuesta a la necesidad de la intervención educativa-social, ya sea a través de títulos de Educación Social o de títulos equivalentes. Por tanto es evidente que la puesta en marcha del Grado no sólo es una respuesta a una necesidad educativa-social, como consecuencia del desarrollo del estado y de la sociedad del bienestar, de la sociedad del aprendizaje o de la sociedad del ocio, sino también un hecho que se refleja en los diversos países de la Unión Europea.
El título de Grado en Educación Social tiene como finalidad proporcionar la formación profesional básica, a la vez que la madurez intelectual y humana del futuro educador social, a través de la adquisición de los conocimientos, destrezas y actitudes necesarios para desarrollar acciones de intervención y mediación socioeducativa en diferentes escenarios, con criterios de igualdad y equidad, así como el desarrollo de la capacidad crítica y la responsabilidad ética en el análisis de las realidades sociales, favoreciendo la integración de los individuos y colectivos, e impulsando el desarrollo de la comunidad.