La docencia es el ámbito profesional más propicio para los graduados y graduadas en Filología Clásica, aunque el abanico es mucho más amplio. El estudiantado recibe una formación que le permite dedicarse, entre otros, a la investigación (en colaboración con otras disciplinas como la arqueología); al trabajo terminológico, por medio de la actualización de lenguajes propios de disciplinas como la medicina o la biología; al estudio y la gestión de los fondos antiguos de bibliotecas; a la edición, comentario y traducción de obras literarias; al turismo cultural, etc.