La Filosofía se caracteriza por no excluir ninguna idea del libre debate y por el esfuerzo en establecer definiciones precisas de los conceptos utilizados, así como por un compromiso con el examen crítico y racional, basado en argumentos, de la validez de las ideas. Por ello su práctica puede y debe contribuir, en línea con lo que establece la UNESCO, a:
- Comprender y orientar mejor la experiencia, el saber y el hacer humanos.
- Enseñar a pensar con independencia de juicio, y a resistirse a las diversas formas de propaganda.
- Aumentar el entendimiento y la tolerancia entre personas, grupos, sociedades, culturas y civilizaciones.
- Formar ciudadanos y ciudadanas libres y responsables socialmente ante las grandes cuestiones que el mundo contemporáneo tiene planteadas.