El aprendizaje de la arquitectura, como disciplina escolar, estuvo a cargo de la Real Academia de Nobles Artes de San Fernando desde 1752, la cual expedía el correspondiente título, que posteriormente fue reglamentado por una Real Cédula de 30 de marzo de 1757, debida a Fernando VI.
Estos estudios se cursaron, primero, en la Casa de la Panadería, de la Plaza Mayor de Madrid, y después, en la sede de la Academia en la calle Alcalá. Es en 1844 cuando la Reina Doña Isabel II funda la Escuela Especial de Arquitectura, organizándose la enseñanza con un reglamento que la independiza de la Academia de San Fernando.