Para quienes les guste hacer preguntas y sientan la atracción de llegar al fondo de las cuestiones de la vida, ésta es, sin duda, una carrera apasionante.
Porque la Genética es la esencia de la vida. Es lo que tienen en común personas, animales, plantas y microorganismos. Nos dice lo diferentes que somos y lo parecidos que somos, aquello que recibimos de nuestros padres y aquello que transmitiremos a nuestros hijos.
En plena expansión, con muchas aplicaciones y salidas profesionales en el campo biosanitario, la Genética es hoy esencial en el diagnóstico, asesoramiento e incluso la terapia en numerosas enfermedades y trastornos humanos. A nadie se le escapa el papel de la “huella genética” en criminalística y, en un contexto más amplio, en el estudio de las poblaciones y evolución humana.
Para quienes nos gusta la naturaleza, la Genética tiene también un campo muy atractivo en la conservación de la biodiversidad. Asimismo, a los métodos clásicos de la llamada “mejora” genética de variedades domésticas, se ha sumado la potencia de la ingeniería genética, con elegantes diseños de organismos con fines aplicados en agricultura, ganadería y en la industria biotecnológica.