La energía es uno de los principales sectores estratégicos en todo el mundo y globalmente, representa el 6% del PIB mundial. Sin embargo, más importante es el efecto multiplicador que tiene el sector energético en los demás sectores industriales, así como su impacto sobre la sociedad.
En particular, la industria relacionada con las energías renovables y la eficiencia energética está desarrollándose rápidamente, en medio de la creciente preocupación por el agotamiento de los combustibles fósiles y el impacto en el medio ambiente de las tecnologías clásicas de generación de energía. Este auge viene promovido en Europa por la iniciativa de la Unión Europea conocida como 20-20-20 que establece como objetivo vinculante que en el 2020 se reduzca en un 20% las emisiones de CO2, se llegue a un 20% de consumo de energía primaria proveniente de las energías renovables y en el mismo porcentaje se aumente la eficiencia energética.
Esto significa una transformación radical del entorno energético de la actualidad, para el que se requerirán profesionales preparados que puedan solucionar estos problemas y elaborar estrategias de desarrollo en esta dirección. Todo ello refuerza la alta demanda de profesionales con conocimientos en energías renovables y convencionales, eficiencia energética y gestión eficiente de consumos.
Los graduados en Ingeniería de la Energía deben tener unos fundamentos sólidos en las disciplinas básicas de matemáticas y física, unos conocimientos comunes a todas las ramas de la ingeniería industrial, y, por supuesto, otros específicos de tecnologías de generación/consumo energético y gestión económica de empresas y mercados de este sector.