Este grado es el más generalista dentro de las ingenierías. Los conocimientos que se imparten abarcan muchos ámbitos tecnológicos como mecánica, automática, electrónica, electricidad, materiales, organización industrial, procesos de fabricación o energías renovables. Como resultado, el Ingeniero Industrial tiene una formación multidisciplinar con una base muy amplia que le permite adaptarse de forma ágil a un escenario tecnológico cada vez más cambiante.
El interés profesional de esta titulación viene avalado por la continua demanda de empleos que ofrecen empresas de muy diferentes ámbitos, solicitando ingenieros industriales. Los titulados tienen una empleabilidad prácticamente plena, como así lo corroboran los diferentes estudios de los Colegios Profesionales o los realizados por el Servicios de Orientación y Planificación Profesional.
Estos estudios también demuestran que el ingeniero industrial es capaz de desarrollar un amplio abanico de perfiles profesionales tales como dirección y gestión de proyectos, consultoría, función pública, organización y dirección de empresas o diseño de equipamientos industriales. Todo ello demuestra la flexibilidad y adaptabilidad de los ingenieros industriales a las nuevas demandas laborales de la sociedad.
El Grado en Ingeniería en Tecnologías Industriales es la titulación más adecuada para acceder de manera directa al Máster Universitario en Ingeniería Industrial, que habilita para el ejercicio de la profesión regulada de Ingeniero Industrial.