Aunque existen algunas salidas profesionales que no requieren
una especialidad médica, la complejidad de la medicina, la normativa
europea y la propia estructura del sistema de salud español
obligan a que la gran mayoría de los licenciados opten por
especializarse tras la finalización de los estudios. En España,
para obtener una especialidad médica, es necesario realizar un
examen a nivel nacional que permita al licenciado, de acuerdo
al puesto logrado, elegir la especialidad que desea cursar. Tras
la elección, el licenciado entra en un programa de formación denominado
M.I.R. (Médicos Internos Residentes) que, dependiendo
de la especialidad elegida, dura 4 ó 5 años.