10 ideas para renovar la universidad
La Fundación Cotec ha elaborado un decálogo en el que han participado expertos y representantes del mundo universitario, con el que aspiran a provocar una reflexión, generar debate y recopilar nuevas experiencias de cambio en el mundo universitario.
La Fundación Cotec para la innovación ha presentado una campaña con ideas para renovar la educación superior. La iniciativa es el resultado de tres años de colaboración con medio centenar de colaboradores, entre expertos y representantes del mundo universitario (estudiantes, profesores, rectores, académicos, emprendedores, etcétera). Todas las propuestas cuentan con al menos un caso previo de éxito en alguna universidad pública española, que se recogen a modo ilustrativo. Las ideas y sus ejemplos se recopilan bajo el título de Decálogo para cambiar la universidad.
El decálogo se presenta en una página web y se acompaña de un vídeo documental, Reiniciando la universidad, conducido por el divulgador Pere Estupinyà y producido por Minifilms TV, que reproduce el proceso de reflexión que originó la propuesta. Todo ello forma parte de la campaña #ReiniciarLaUni, una iniciativa abierta y viva, cuyo primer objetivo es provocar una reflexión, generar debate y recopilar nuevas experiencias de cambio que ayuden a crecer a la propuesta inicial.
La necesidad que tiene la universidad de renovarse para seguir siendo un referente en materia de conocimiento en la era digital es uno de los fundamentos de esta campaña de Cotec. “Antes la gente encajaba en el sistema educativo porque éste daba cosas que solo él podía dar", mientras que hoy “no hay nada en el sistema educativo que no se pueda aprender sin él", señala Mariano Fernández Enguita, catedrático de Sociología y coordinador del Doctorado de Educación de la Universidad Complutense
El director general de Cotec, Jorge Barrero, explica cuál es a su juicio la mayor diferencia entre esta iniciativa abierta de cambio universitario y otras similares: “La mayoría de proyectos de cambio universitario, particularmente los que proceden del ámbito empresarial, se construyen desde el presente hacia el futuro, de arriba a abajo o de fuera a dentro. Nuestra propuesta es justo lo contrario, se ha pensado desde el futuro hacia el presente, de abajo a arriba y de dentro a fuera".
La idea de redactar el decálogo surgió durante el proceso de redacción de conclusiones de una actividad previa de Cotec, el Proyecto JEDI. Cotec acuñó el término JEDI (acrónimo de Jóvenes Emprendedores Digitales Innovadores) para identificar a personas que han sido capaces de generar innovación en España sin seguir la secuencia tradicional de estudiar, graduarse y, solo después, trabajar o emprender. Los JEDI tienen en común que han desarrollado una idea innovadora sin tener un título universitario o bien antes de finalizar su etapa formativa. Varios de sus testimonios son recogidos en el vídeo de la campaña.
Decálogo para cambiar la universidad
Las propuestas se basan en casos de buenas prácticas desarrolladas por diferentes universidades públicas españolas. Son líneas de actuación que están funcionando y que se pueden imitar. Son las siguientes:
1. Flexibilidad normativa: es necesario aligerar los procesos y flexibilizar las normas para que las universidades tengan un mayor margen de actuación, autonomía y desarrollo. La universidad necesita un marco regulatorio flexible, que le permita incorporar con agilidad nuevas titulaciones, contenidos y estructuras. Existen dos redes de universidades que analizan y proponen este tipo de cambios estratégicos y estructurales: UNICA y YERUN, que elaboran nuevos planes estratégicos, pero también fomentan la movilidad de investigadores entre universidades europeas.
2. Nuevos formatos educativos: es necesario impulsar la puesta en marcha de nuevos formatos educativos que sean abiertos (en cuanto a su alumnado y profesorado), breves (por su duración) y actuales (en cuanto a contenidos). Como ejemplo están los cursos cortos y de especialización de la Universidad Autónoma de Barcelona, que ofrece formación específica sobre materias concretas y conecta la universidad con profesionales y organizaciones externas.
3. Educación no formal y autoaprendizaje: hay que integrar en los procesos educativos universitarios los diferentes contextos formativos –formal, no formal e informal–; además de combinarlos con la capacidad autodidacta. Como ejemplo ponen el primer fablab creado por el Instituto Tecnológico de Massachusets (MIT), un laboratorio de fabricación que agrupa máquinas controladas por ordenadores capaces de fabricar cosas. Cualquier persona puede acceder hoy a un fablab para desarrollar sus propias creaciones. Las universidades de Alicante, Sevilla y Deusto ya lo han integrado en su infraestructura.
4. Diseño de experiencias de aprendizaje: hay que diseñar experiencias reales de aprendizaje, que combinen conocimiento, aplicación práctica, tecnología, relación con iguales, contacto con otras instituciones y personas, aprovechamiento de otros espacios educativos… Como ejemplo, el blockchain en educación que ha puesto en marcha la Universidad de Barcelona, que genera itinerarios personalizados de aprendizaje para cada alumno que se gestionan mediante cadenas de bloque.
5. Nuevos perfiles docentes: hay que procurar incorporar a las universidades perfiles docentes distintos al tradicional, que sean más flexibles, más ligados al mundo profesional y menos académicos. La figura de Profesor Asociado responde a este perfil, pero no es la única alternativa. El grupo de robótica liderado por el profesor Francisco Martín Rico de la Universidad Rey Juan Carlos ha demostrado que se puede integrar en la universidad profesorado con experiencia académica, profesional y divulgativa y utilizar todo ese impacto para abrir nuevas vías de aprendizaje.
6. Comunidades de aprendizaje: los nuevos escenarios laborales sitúan el trabajo en equipo como una de las competencias fundamentales de los profesionales, y los modelos formativos deben ayudar a adquirir esta competencia. La metodología de Aprendizaje Basado en Proyectos propone a los alumnos un proyecto de gran envergadura, con el fin de que adquieran y desarrollen habilidades y actitudes enfrentándose a los retos que surgen durante el proceso. La Universidad de Alicante ya lo ha probado en el Grado en Ingeniería Multimedia.
7. Nuevos perfiles de alumnos: el actual marco de aprendizaje a lo largo de la vida demanda una constante entrada y salida de las instituciones educativas. Es necesario que la universidad desempeñe un papel relevante en este contexto de formación continua. La Escuela de Formación Continua de la Universidad Carlos III de Madrid ofrece un abanico amplio de formación especializada y la Universidad Complutense desarrolla cursos de ciencias sociales, ciencias de la salud, arte y humanidades (de menos de 50 horas) que otorgan certificados o diplomas.
8. Conexión con la sociedad: el decálogo propone que las universidades se construyan, crezcan y evolucionen en colaboración con todo su entorno: organizaciones sociales, empresas, comunidades y redes, ciudadanía, etc. Los parques científicos son un ejemplo de ello, como el de la Universidad de Granada, uno de los más grandes de España y que alberga a 82 empresas activas.
9. Cultura de innovación: los centros universitarios deben innovar en sus procesos organizativos, administrativos, investigadores y docentes; en sus alianzas y colaboraciones; en sus relaciones con el entorno y con el resto de agentes sociales. Las universidades no sólo deben impulsar la innovación desde la perspectiva de la transferencia del conocimiento, además deben ser organizaciones innovadoras en sí mismas. Los grados abiertos que ofrecen la Universidad Pompeu Fabra y la Universidad Carlos III de Madrid son ejemplo de ello, ya que permite al alumno cursar asignaturas de distintos grados durante un máximo de dos cursos para ayudarle a decidir su carrera.
10. Innovación abierta: es necesario que las universidades pongan en marcha procesos de innovación abierta, que combinen el conocimiento que desarrollan dentro de sus organizaciones con el conocimiento externo. Así lo hace la Universidad Carlos III de Madrid con T3chFest, un evento que sirve de ejemplo del conocimiento que generan los estudiantes y que reúne a distintos perfiles del sector tecnológico y científico.
Fuente: COTEC
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