10 problemas a los que se enfrentan los estudiantes internacionales
Adaptarse a nuevos horarios y hábitos, no entender las bromas en otro idioma, perderse por la ciudad o hacer frente a los estereotipos son algunos de ellos.
Ser estudiante internacional tiene muchas ventajas, como conocer gente nueva, lugares distintos, probar varios tipos de comida y coleccionar momentos inolvidables. Por otro lado, y como es normal, también surgen algunos problemas, como lidiar con un idioma distinto, aprender a adoptar nuevas costumbres o acordarse del nombre de las calles. De todas formas, es algo por lo que todos aquellos que en algún momento se han ido a estudiar a otro país, han pasado y superado.
HousingAnywhere, a través de su CCO Michael Steinmann, ha decidido compartir los 10 problemas más comunes a los que se enfrentan aquellos que deciden ir a estudiar a otro país y explica cómo solucionar cada uno de la mejor manera posible:
1. Ir del punto A al punto B
Seguramente muchos estudiantes han vivido esa sensación de sentirse perdidos en una nueva ciudad, de ver todas las calles demasiado parecidas o demasiado diferentes, de estar sin internet y de no tener idea de hacia dónde ir.
¿Cómo solucionarlo?
Afortunadamente, Google Maps permite descargar mapas de cientos de lugares en el móvil para poder acceder a ellos sin conexión. Es importante recordar que es necesario estar conectado a internet para poder guardar estos mapas en el teléfono, pero una vez guardados, se puede acceder a ellos en cualquier momento, ya sea con o sin internet.
2. Aprender el nombre de los lugares
Probablemente al estar en un lugar desconocido a uno le viene a la mente cómo es posible que alguien haya podido ponerle nombres tan extraños a las calles o a las paradas de metro.
¿Cómo solucionarlo?
Siempre puede asociarse ese nombre extraño a alguna referencia graciosa o inteligente, aunque con el paso de los días y la práctica esos nombres acaban formando parte de uno mismo y seguramente, de vuelta a “casa", los que parezcan extraños sean los nombres de las calles de siempre.
3. Las expresiones propias de cada idioma
Algunas bromas son solo graciosas en alemán, mientras que otras solo hacen gracia en italiano. A veces se convierte en algo frustrante el hecho de intentar traducir expresiones como “comerse un marrón" o “ponerse las botas", o cuando alguien no entiende la felicidad que provoca el hecho de sentarse en una terraza al sol a tomar una cerveza.
¿Cómo solucionarlo?
Organizar una cena internacional con gastronomía de distintos países o hacer juegos en los que se explique lo típico de cada país, se convierten en excelentes maneras de descubrir nuevos platos favoritos o adquirir nuevas costumbres de personas de otros países.
4. Las ganas de comer un bocadillo
Encontrar en un bocadillo de jamón ibérico en pan de chapata en Inglaterra o disfrutar de unas patatas bravas y unas olivas al mediodía en un bar, se convierte en algo prácticamente imposible. Además, el hecho de no tenerlo disponible, puede hacer aún todavía mayores las ganas de quererlo.
¿Cómo solucionarlo?
A veces las visitas de amigos y familiares pueden servir para mucho más que para ver a esas personas. Pedir algunos caprichos como embutido envasado al vacío o el cruasán de la pastelería de al lado de casa hace de la adaptación a otro país algo mucho más llevadero.
5. Perderse para ir a la universidad
Equivocarse de clase, no encontrar la máquina de café o los lavabos, o bajarse en la parada de metro que no toca son algunas de las experiencias que hay que tomarse con humor en las primeras semanas en un nuevo país.
¿Cómo solucionarlo?
Quedar con algún compañero de clase o algún amigo que haga el mismo trayecto son algunos trucos que no solo ayudarán en esos momentos de desorientación, sino que también servirán para forjar una relación de amistad y compartir experiencias.
6. Adaptarse a nuevos hábitos
Mudarse a un nuevo país supone encontrarse con algunos desajustes en la rutina diaria; estar acostumbrado a cenar a las 9 de la noche y tener que hacerlo a las 7, es un cambio que puede crear ansiedad o desorientación los primeros días.
¿Cómo solucionarlo?
Estudiar en extranjero es un buen momento para salir de la zona de confort y dar un nuevo giro a los hábitos de siempre. En muchas ocasiones se manifiestan virtudes que estaban escondidas hasta el momento, como una gran capacidad de adaptación, que permite explorar y aprender nuevas formas de vivir.
7. Hacer frente a los estereotipos
Creer que todos los italianos saben cocinar una pasta perfecta, que los españoles hacen tortilla de patata o paella en un momento, o que los alemanes saben mucho de cerveza son solo algunos de los estereotipos a los que uno se enfrenta cuando conoce a gente de otros países y que algunas veces pueden generar confusión.
¿Cómo solucionarlo?
Intentando conocer realmente a las personas sin clasificarlas antes por el país de procedencia, no generalizar cuando se trata de un país y, en definitiva, abrir la mente a distintas maneras de ser.
8. Arreglar cosas
Que se estropee algo en casa es mucho menos aparatoso que pase lo mismo en otro país, en el que no se domina la lengua ni la manera de proceder para arreglarlo; quedarse fuera de casa sin llaves o un escape de agua pueden llegar a ser verdaderos problemas en otro país. La contraprestación es que el esfuerzo para solucionar estos pequeños contratiempos es mayor y eso fomenta la creatividad y la capacidad de aprendizaje.
¿Cómo solucionarlo?
Google tiene la solución de todo, aunque seguramente muchos amigos puedan echar un cable o a veces uno mismo se sorprende de sus habilidades viendo un simple tutorial de Youtube. ¡Nunca es tarde para aprender cosas nuevas!
9. El idioma
Es una de las principales preocupaciones a la hora de mudarse a otro país. Es posible que ya se tengan nociones básicas del idioma, aunque a veces el día a día y el contacto continuo con personas que hablan distintos idiomas pueden generar momentos de agobio o preocupación.
¿Cómo solucionarlo?
Seguramente hay muchas más personas con la misma preocupación. Hacer amigos en la misma situación o incluso hablar con personas que ya han vivido la experiencia de estudiar fuera, es muy útil para restarle importancia y disfrutar de la experiencia de aprender un nuevo idioma.
10. El sentimiento de nostalgia
Todos aquellos que se han ido a otro país, han sentido en algún momento la necesidad de volver a casa, o han pensado que nunca se adaptarían a estar lejos de sus seres queridos y sus lugares de siempre.
¿Cómo solucionarlo?
Actualmente forman parte de nuestro día a día herramientas como Skype, Facetime o Hangouts que hacen posible y muy fácil poder hablar con cualquier persona de cualquier parte del mundo, de forma instantánea. Además, las redes sociales permiten estar en contacto y hacen que la distancia entre personas sea solamente física.
Pase lo que pase en una estancia en el extranjero, nunca se está solo. Con el tiempo, el recuerdo de esos momentos de agobio o esos pequeños problemas, se convierten en divertidas anécdotas y en experiencias que benefician positivamente el crecimiento personal. Muchas de ellas acompañadas de personas que seguramente se conviertan en amigos para toda la vida.
Fuente: Comunicación Housing Anywhere / Canela PR
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