¿Cómo es la EBAU para estudiantes con necesidades educativas especiales?
El aumento de alumnos con discapacidad o trastornos del aprendizaje hace que se incluyan adaptaciones en las pruebas de acceso a la universidad.
La proximidad de las fechas de la EBAU provoca que los alumnos de Bachillerato y Formación Profesional de toda España se encuentren bastante nerviosos. Esta situación se agrava para los alumnos con necesidades educativas especiales y dificultades de aprendizaje (NEAE), pues temen que la Selectividad no se encuentre correctamente adecuada a sus necesidades.
Según el informe ‘Datos y cifras del curso escolar 2023/2024’ del Ministerio de Educación y Formación Profesional, un 3% del total de alumnos matriculados en las diferentes etapas escolares, incluyendo Bachillerato y Formación Profesional, tienen necesidades educativas especiales. Además, casi un 7% tiene otras necesidades específicas, entre las que se encuentran los trastornos del lenguaje y la comunicación.
Estas cifras se han traducido en un aumento de los examinados con estas características en Selectividad, obligando al sistema educativo a crear protocolos diseñados para adaptar la realización de la prueba a las circunstancias de cada alumno.
Esta situación se encuentra regulada desde hace unos años en el Real Decreto 310/2016, de 29 de julio, el cual garantiza la igualdad de oportunidades “a través de la adaptación de las condiciones de realización del alumnado que presente necesidades específicas de apoyo educativo". Según este decreto, todas las comunidades autónomas de España deben establecer una serie de adaptaciones comunes, salvo por alguna modificación específica.
Índice
1. ¿Quién es el alumnado con necesidades educativas especiales?
2. ¿Cómo solicitar las adaptaciones especiales de Selectividad?
3. Adaptaciones en la EVAU para el alumnado con necesidades educativas especiales
1. ¿Quién es el alumnado con necesidades educativas especiales?
Los alumnos con necesidades educativas especiales o necesidades específicas de apoyo educativo (NEAE) son aquellos que requieren medidas específicas en su proceso de educación debido a una discapacidad, trastorno del desarrollo o una dificultad del aprendizaje.
Algunos de los casos más comunes de NEAE son la dislexia, Trastorno del Espectro Autista (TEA), Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) o las discapacidades física, auditiva o visual. Sin embargo, para efectos de la Selectividad, también se encuentran incluidos trastornos de salud mental como la ansiedad o la depresión.
2. ¿Cómo solicitar las adaptaciones especiales de Selectividad?
Los alumnos que quieran solicitar adaptaciones especiales en la EBAU deberán notificarlo a su centro de estudio, el cual realizará la solicitud oficial a la universidad asignada. Para ello, el estudiante deberá haber sido beneficiario de dichas adaptaciones durante toda su etapa preuniversitaria.
Aquellos que quieran presentarse a la prueba de acceso a la universidad de forma independiente, es decir, que no se encuentren inscritos en ningún centro educativo, deberán rellenar el formulario de solicitud de la universidad escogida para realizar el examen.
3. Adaptaciones en la EVAU para el alumnado con necesidades educativas especiales
Todos los alumnos con necesidades educativas especiales contarán con una ampliación del tiempo para la realización del examen, que lo establecerá cada universidad. Puede ir desde 15 minutos, como en País Vasco, o hasta un 25% o 50%, como establece la Comunidad Valenciana.
El resto de las adaptaciones en las pruebas de acceso a la universidad dependen de las características del alumno/a que las haya solicitado, y deberán ser iguales o similares a las que ha utilizado el alumno durante su periodo de aprendizaje en su centro de estudio. Así, las adaptaciones para cada caso serán:
· Para estudiantes con discapacidad auditiva: podrán reservar un asiento en la primera fila que facilite la lectura de labios y/o la utilización de audífonos. Aquellos con una capacidad de audición baja o nula podrán contar con un intérprete en lengua de signos que les comunique las instrucciones personalizadas bajo las que realizará el examen y todo lo que comente el profesorado. Además, su examen será corregido según unas pautas adaptadas a la sordera.
· Estudiantes con discapacidad física: podrán realizar la prueba en un aula accesible y con mobiliario adaptado a sus circunstancias. En el caso de que las aulas generales no cuenten con estas características, el estudiante podrá realizar el examen en una sala aparte. Además, tendrá permiso para ir al baño, salir del aula y/o tomar alimentos y medicamentos cuando así lo requiera. En cuanto a los recursos de apoyo, el centro le brindará un ordenador, sin corrector ortográfico ni conexión a internet; una persona de apoyo, que le dé una atención más personalizada; y habrá un profesorado informado y capacitado para manejar situaciones de crisis generadas por la discapacidad.
· Estudiantes con discapacidad visual: tendrán reservado un asiento en las últimas filas del aula o bien, podrán realizar el examen en una sala aparte para poder garantizar el correcto uso de los recursos de apoyo.Entre los figura un examen en formato DIN-A3, cuya fuente de texto sea del tamaño y fuente más accesible; y la posibilidad de una copia de examen en braille, sin tablas ni imágenes. Si fuera necesaria la presencia de recursos visuales, se incluirían descripciones de estas; un ordenador y cualquier otro recurso técnico o material requerido.
· Estudiantes con dificultades específicas de aprendizaje: se incluyen los alumnos con trastornos lectores, de la escritura y del cálculo o con dificultades en el lenguaje. Se realizarán adaptaciones como una lectura en voz alta de los enunciados por parte del profesorado o mediante grabaciones; utilización de un texto con fuente de letra accesible y enunciados cortos y claros para evitar posibles confusiones; y pautas de corrección específicas para los correctores, como no penalizar por una extensión mayor o menor ni por errores de ortografía.
Además, el alumno podrá solicitar un ordenador, sin corrector ortográfico ni conexión a internet, así como cualquier otro recurso técnico o material que requieran. Una vez finalizado el examen, el estudiante tendrá la posibilidad de comprobar sus respuestas con el profesorado para asegurar que estas sean comprensibles y se adecuen con lo que el estudiante quería expresar.
· Estudiantes con Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH): contarán con un asiento reservado para evitar posibles distracciones. También dispondrán de una aclaración personalizada de la estructura e instrucciones del examen para organizar el tiempo y un ordenador, sin corrector ortográfico ni conexión a internet. El alumno será avisado cuando falten 30 minutos para finalizar su tiempo extra y, finalizado el examen, podrá comprobar sus respuestas con el profesorado para asegurar que éstas sean comprensibles y se correspondan con lo que el estudiante quería expresar.
· Estudiantes con Trastorno del Espectro Autista (TEA): dispondrán de una atención personalizada para aclarar la estructura e instrucciones del examen y así poder organizar el tiempo, y contarán con un asiento reservado en las últimas filas del aula, o la posibilidad de realizar el examen en un aula aparte. Tendrán permiso para ir al baño y salir del aula y podrán solicitar un ordenador. Además, serán avisados 30 minutos antes de la finalización de su tiempo extra y podrán visitar con antelación el centro en el que realizarán el examen.
· Estudiantes con trastornos de salud mental: se incluyen los alumnos con problemas de salud mental como trastorno de ansiedad generalizada, depresión o trastorno bipolar, entre otros. Se realizarán adaptaciones como un asiento donde el alumno pueda sentirse cómodo o realizar el examen en un aula aparte; permiso para salir del aula en caso de ataque de ansiedad u otras situaciones provocadas por su trastorno; presencia de profesorado capacitado para actuar en caso de crisis y un aviso cuando falten 30 minutos para finalizar el tiempo extra.