Las denuncias por violencia de hijos a padres aumenta un 400%
La Universidad de Deusto acogió hace unos días las Jornadas en Investigación sobre Violencia Filio-Parental celebradas en la Universidad de Deusto. Un encuentro en el que se presentó la Sociedad Española para el estudio de la Violencia Filio-Parental (SEVIFIP)
La violencia intrafamiliar adopta diferentes formas siendo las dos más estudiadas el maltrato infantil y la violencia de género. No obstante, en los últimos años se ha podido apreciar un aumento exponencial de violencia filio-parental (VFP), entendida ésta como el conjunto de conductas reiteradas de agresiones físicas (golpes, empujones, arrojar objetos), verbal (insultos repetidos, amenazas) o no verbal (gestos amenazadores, ruptura de objetos apreciados) de los hijos hacia los padres o a los adultos que ocupan su lugar.
En los últimos años las denuncias por Violencia Filio-Parental han aumentado un 400%. Si bien este tipo de violencia no es novedoso ya que se ha presentado en familias caóticas, desestructuradas, con miembros psicóticos, toxicómanos, retraso mental, etc., en los últimos años se ha detectado un nuevo perfil causante de este espectacular aumento. Esta nueva violencia filio-parental se refiere a las agresiones ejercidas por niños, adolescentes y jóvenes aparentemente "normalizados", que proceden de cualquier estrato social, con conductas violentas más o menos extendidas, que incluyen siempre el ámbito familiar, y con frecuencia solo a éste.
A pesar del auge de este problema, y la alarma social que produce, son pocas las investigaciones que se han realizado al respecto. Poco se sabe sobre el perfil de los menores, de las familias a las que pertenecen, o de la forma de intervenir. Todo esto ha llevado a la creación de la Sociedad Española para el estudio de la Violencia Filio-Parental (SEVIFIP).
Según las Jornadas en Investigación sobre Violencia Filio-Parental celebradas en la Universidad de Deusto, la prevalencia de la Violencia Filio-Parental en Bizkaia es del 13% para VFP psicológica repetida, y del 3,2 para VFP física repetida (al menos en 6 ocasiones en el último año). Estos datos fueron presentados en este encuentro científico que sirvió de escenario para dar a conocer la Sociedad Española para el estudio de la Violencia Filio-Parental (SEVIFIP).
Los expertos participantes también concluyeron que los adolescentes que ejercen Violencia Filio-Parental consumen drogas, pero no en mayor proporción que otros jóvenes que tienen otro tipo de problemas, e incluso no hay grandes diferencias con la población adolescente general. Pero también queda claro que el consumo de tóxicos incrementa la conducta violenta.
La investigación muestra unos cambios importantes en los roles jerárquicos familiares, con un estilo permisivo en los padres, y un mayor poder en la familia por parte de los hijos. A juicio de los profesionales, el estilo educativo que utilizan los padres es relevante para determinar la aparición de Violencia Filio-Parental. El de mayor riesgo es el llamado "negligente", en el que tanto el control de los padres como el afecto que se transmite a los hijos es bajo.
Otra de las conclusiones de la jornada, es determinar cuando aparece Violencia Filio-Parental en familias migrantes. Si ha habido separación temporal importante entre padres e hijos, el tiempo transcurrido, la forma en que se haga la "reagrupación" y la edad de los hijos al hacerla son factores determinantes para su aparición.
Para los expertos es importante dejar constancia que la Violencia Filio-Parental no es una violencia de género. Tampoco es un problema genético sino relacional. Hay trastornos psicopatológicos, pero no son especialmente significativos en la aparición de violencia. Ser o haber sido víctima de violencia por parte de los padres incrementa de forma clara el riesgo de Violencia Filio-Parental. Pero el predictor más importante es la expresa demanda de afecto por parte de los padres y la escasa comunicación padres-hijos.
Asimismo, se vio que en los estudios realizados en Bizkaia, no se encontraban diferencias significativas ni en el género de los agresores ni en el de los agredidos. Aunque el abanico de edades de los hijos que ejercer Violencia Filio-Parental es muy amplio, la mayoría de los casos se dan entre los 14 y los 17 años.
A juicio de los participantes, la intervención terapéutica familiar es un instrumento útil para tratar la Violencia Filio-Parental.
La Sociedad Española para el estudios de la Violencia Filio-Parental (SEVIFIP) es la primera Sociedad Científica dedicada al estudio de éste tipo de violencia que se crea en España. Promover la enseñanza, la investigación, la regulación deontológica y la intervención de y en la Violencia Filio-Parental, así como la divulgación del conocimiento adquirido, es el principal objetivo de esta sociedad científica que nace con vocación optimista.
La SEVIFIP ha sido fundada por la asociación para la Gestión de la Integración Social (GINSO) de Madrid, la asociación Centro de Intervención en Violencia Filio-Parental EUSKARRI de Bilbao, AMALGAMA 7 I Associats Centre D`atenció bio-psico-social al jove i a l adolescent, S.L. de Cataluña, la Fundación Amigó de la Comunidad de Valencia, la Fundación Pioneros de La Rioja, además de otros socios individuales.
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